23 dic 2007

MENSAJE DE FIN DE AÑO


Esta vez seré claro,
riguroso, Cartesiano.

No seré breve, se los advierto,
es más, aún están a tiempo
de no leer esto.

No se los recomiendo.
Nunca digo nada nuevo.

Y en realidad ¿Qué es nuevo?
nada, es (“Lo”) nuevo.

Yo sólo copio ideas ya escuchadas,
las transformo y muto en palabras
quizás menos exactas
quizás mal cosechadas
quizás invertebradas.

Las meto en jugueras 1, 2, 3,
las cambio de orden, al revés,
las doy vuelta de carnero,
pero al final siguen siendo
vino añejo,
Nunca,
algo nuevo.

Reitero que solo adorno
de pez en pez,
palabras,
con cachivaches de Pomaire.
Oficio, que hasta Don Mauricio
toma en sus manos,
y desenvuelve con
cierta destreza, según mi franqueza.
Alfarero entierrado, dando formas,
antropomorfas,
deformando, coloreando (si se quiere)
… imitando
marfil y al cabo,
el mismo Jarro Pato,
de hace quién sabe cuantos años.

Luego de este devaneo…

Retomo y dejo constancia:
Lo que lean de aquí en adelante,
es zapato viejo.

No me vengan con que
“Yo lo dije primero”
por que en verdad,
(seamos honestos)
tampoco eres primero,
menos,
serás el último.
Sino que, uno más,
uno más de tantos
uno más ilusionado
uno más en coma, letargo,
que escuchó antes que yo,
lo que ahora estoy plasmando
en estas líneas asintomáticas.

Bien, si prestan atención
al siguiente párrafo,
quedará en evidencia
lo anteriormente dicho.
El problema que se suscita aquí,
Es…
que estamos
tan lejos aún de ese párrafo…

Recomiendo suspender la lectura.

Francamente,
Si tiene cosas más importantes que hacer,
¡Hágalas ahora!
no gaste su hermoso tiempo
en tratar de comprender
algo tan poco novedoso.

Es usted una persona muy ocupada
lo sé,
no debería darse el lujo de leer esto
que no es más,
de lo que todos sabemos.

Feliz y llanamente,
todo está descubierto, inventado
explorado: “no se crea el cuento”
siga un humilde consejo.

Nadie podría alzar su voz
declarando teorías de última generación.
Más honesto sería,
degenerar las que ya existen

Vinilo empolvado, cuento acabado,
sucesión de páginas amarillas,
leídas con el tercer ojo.

Dado que la vida es un extracto
de las mismas páginas: ¿Qué posibilidad
tengo yo, de inscribirme con algo
de mediano interés?.
Equinoccio de posibles verdades vedadas.

Y bien, estimad@s,
una vez hecha estas aclaraciones,
y haber motivado a abandonar
espontáneamente,
esta lectura tortuga,
me centraré en el punto
que convoca este relato.

Relato que no tiene principio,
pero si un final, quizás no feliz,
ni comiendo perdiz,
pero final,
¡al fin! … Dirá usted.

De todas maneras,
intentaré adobar,
de alguna manera
sino, iría muy
“al hueso”
y eso, nada más que eso,
se lo lleva rapidito el viento.
(también conocen ese cuento)

De igual modo, podría habérselos dicho
personalmente, pero, ustedes,
los que me conocen, saben de
mi dislalia - leve a moderada -
que dificultaría la entrega de
la información.

Por eso, utilizo este medio.

Tampoco digan que trato
de innovar, se los ruego,
o que intento ser revolucionario,
vanguardista, chovinista,
con esquemas que ya fracasaron,
no…
no sean púberes.
(se los digo amistosamente).

En absoluto, no es mi intención.
¿Qué otra cosa les podría decir?

Si Neruda nos dejó secos.
Parra recicló los desechos.
Huidobro, al saber esto,
creó otros mundos.

Y la ley del Revolucionario
(Con mayúscula)
es, ¿Luchar y morir por ideales?.
Motivaciones de las cuales,
me encuentro tan distante,
en una época donde las manzanas
podridas son alimento de cada día.

¡Basta de parafraseos!

Cuento corto:
(Y esto si que me avergüenza decirlo)
sólo quiero desearles,
Una Feliz Navidad.

Sí, eso era todo, sé que me cuesta
decirlo, siempre he sido de pocas
palabras; me conocen, las palabras
me desconocen.

Sin embargo, es un real avance
que les haya deseado, dos veces
en un mismo instante,
la buena nueva…
Repito, por sí aún no se ha visto.

Francamente,
es usted una persona muy ocupada.
Feliz y llanamente,
Nadie podría releer el
Vinilo empolvado, rayado, que acabo de poner, por tanto:
Dado que la vida es un extracto tan corto, un suspiro,
“de paso”:
resumo mis deseos
a ustedes entregados.



UN SALUDO NAVIDEÑO

Rodolfo el Reno

Gracias, es todo lo que les puedo decir, por haber confiado sus más sinceros deseos a este humilde servidor, para ser transcritos en una poecarta al Viejito Pascuero, Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, o como quieran llamarlo vuestras inmaculadas almas de niños.

Fueron cientos los pedidos que llegaron. Incluso, desde el extranjero. Puedo confirmar que el caballero de la barba, tiene en su poder, los escritos, y como cada año, hará todo lo posible, (quizás lo imposible) para satisfacer sus anhelos navideños.

Saludos a todos. Y conforme al espíritu de la navidad, un abrazo a los que de alguna manera, me hayan hecho algún mal, de pensamiento, palabra, obra u omisión.

Lo olvido; los perdono. No guardo rencores. Sinceramente.

Para todo ellos:

“Que el amor por mí ofrecido en esta noche buena,
brille, brille sin cesar,
como la estrellita de Belén,
que brilla sobre la cabeza del niño”.


13 dic 2007

RAPIDITO


(Anti transcripción de Expres. Huidobro)

Una corona de espinas yo me haría
De todas las comunas recorridas
Pudahuel Lo Prado Conchalí
San Miguel La Granja Puente Alto

Penan en las calles
Micros con vidrios quebrados

Acá todos siguen esperando

de todos los ríos de calendarios
Yo me haría un collage

El Valdivia El Cautín
El Toltén y Cachapoal
Pa´entro

Cien barquitos de papel
Inundados con sueños de niños marineros

Y un paseo en bote en la Quinta Normal
De fondo se escucha el chinchinero

Aspirar las piedras del Cerro Renca
Escapar antes que caiga la noche del Cerro Navia
Y en la cumbre del San Cristóbal
Echar una moneda en los binoculares

El aullido de un perro con hambre
Es otra sirena de madrugada

El patio trasero

Los Andes nevados
Contienen cabezas de fósforos

Los grifos son oasis
El torrente desemboca
En el calcinante asfalto

Por las esquinas
El viento hace gemir ventanas
A veces brota sangre en las paredes de las casas

7 dic 2007

MANIFIESTO CONDUCTISTA.


I. Estímulo incondicionado:

Seré un estado
de carne, huesos, venas,
articulaciones, sangre
e instinto, sobre todo
instinto adiestrado – domesticado.

Prometo no dar paso en falso premeditado
por el que tú me hayas demarcado
por centurias de años, de ensayos y errores
marcialmente corregidos del Homo Erectus,
hasta el (¿Sapiens?) en que estamos,
fuego condicionado: “Habilis”.

Responder al más mínimo estímulo
provocado, al son de lo por ti dispensado,
programándome a tus designios.
Motivando mis nuevas normas
que por acción u omisión desterré
inviernos atrás:

- Despedirme con un beso, refuerzo positivo.
- No tirar las toallas, refuerzo negativo.
- Llamarte si es medianoche, refuerzo positivo.
- No mojar la taza del baño, refuerzo negativo.
- Recordar las fechas importantes, refuerzo positivo.
- No sorbetear la sopa; los mocos, refuerzo negativo.
- Regalarte de vez en cuando rosas, refuerzo positivo.
- No quedarme dormido después de…, refuerzo negativo.
- Contenerte en aquellos días, refuerzo positivo con bonus track.
- No usar mi sleep favorito, aquellos, del elástico vencido, refuerzo negativo.
- Sacarme los calcetines cuando hacemos el amor, refuerzo positivo.
- Limpiarme los pies al entrar a la casa, refuerzo positivo.
- No cortarme las uñas de los pies, refuerzo negativo.
- Afeitarme para no punzarte con mi barba, refuerzo positivo.
- Celarte por tu cantante, refuerzo negativo.
- No llegar pasado a frituras o chatarras: sopaipas, arrolladitos,
sándwich de pernil con ají, completos con chucrut,
pichanga, con cilantros entres los dientes, las manos engrasadas,
las mismas que querrán sumergirse por debajo de tu falda.
Refuerzo negativo: ¡Doble falta!

II. Respuesta incondicionada:

Críame cuervo, sin afán de explotar tus globos,
comulgando contigo torbellinos y peñascos
triturando cristales el cráneo,
chiRRiando los sesos en sartén ovalado,
consumiéndome a fuego lento, digestión de
mil años.

Responder a los decibeles de tu voz,
acatar las pautas mas inverosímiles,
adoptar posturas indeseables,
remitirme al son de tu levante
hexagonal y convexamente sexuado
diametralmente, de preferencia sexuado…

A los cuales acudiré raudo al llamado
sin razón de Ser
amalgama de respuestas encallando,
haciendo el mismo acto y la presencia.
Una reverencia,
acto de seguir claudicando someramente
hasta el ficus incorruptus de mi espinazo
empinado, tres, vértebras en rodaje,
engranaje a juicio del reloj suizo.

Hombre a tierra, punta y codo
con el cuchillo entre los dientes,
asimilando el sonido del metal
y marfil fastuosamente desarmado estoy
mimetizado por ti, la toda, Toda soberana,
enfermamente mimetizado, escondido
en tu rostro, detrás de tu iris.

III. Respuesta condicionada:

Entonces,
condicionándome como buen sabueso
al olor estricto de tu sexo,
a no responder a estímulos externos,
aprender en la experiencia,
placentera – displacentera, hermenéutica
castigado por tu indiferencia,
recompensado por tus senos,
inhabilitado para comer en corral ajeno
royendo la carroña en tus dedos, en tus uñas, más adentro,
entregado a la limosna de tus deseos primeros,
arrodillado en la varianza incontrolable,
difuminado en causas y efectos,
motivado por la acción,
aletargado por la reacción,
sin segundos de discernimiento,
abocado a seguir con este cuento,
empujado por la santa gloria
de seguir al pie de la letra
la lujuria frenética
de carruaje y cochero,
malabarista en tu circo
por monedas de pordiosero
bofeteado por alas de paloma blanca
esperando en el umbral de tu puerta,
por refugio, por un techo, por tu pecho.

Como oleaje, me rijo siempre pautado
por los menguantes de la Luna espumaré
nariz al suelo, jugando a descifrar tus
mas efervescentes olores a pies altaneros, olores a casual
cazuela de huesos, lo soy, por antes
hacía el fuego donde fricciona
tu mano, sobre, y enérgicamente sobre la mía,
¡Qué Diablos!…tu mano.

IV. La extinción:

¡Conejillo de indias seré.
ratón enjaulado.
Puñado de reacciones,
esperando tus contracciones!

¡Como animal de costumbres no más - Qué soy - !

Aunque este sea…

El fin de tu fetiche experimento,
cuando ruede mi cabeza como esfera decapitada,
y el vaivén de mi cuero haya cumplido
a tus más oscuros sometimientos. Los refuerzos,
aquellos aún, seguirán siendo mis refuerzos,
tú misma: mi castigo; la conducta delirante.

El Conductismo
está muerto: compadrito
¡Yo soy el Conductismo!
Homo extinto ahora fui
Eternamente…
fui.

2 dic 2007

BREVIARIO (Seudo paráfrasis a Breve II. T.)


Ilusión extracampina:
Dícese de la afilada presencia
de nomenclaturas dentales
incisivas – caninas
tatuando sutilmente…
(permiso para retractarme)
triturando molarmente
un costado de mi nuca…

en una noche,
en un islote Chilote.