23 dic 2007

UN SALUDO NAVIDEÑO

Rodolfo el Reno

Gracias, es todo lo que les puedo decir, por haber confiado sus más sinceros deseos a este humilde servidor, para ser transcritos en una poecarta al Viejito Pascuero, Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, o como quieran llamarlo vuestras inmaculadas almas de niños.

Fueron cientos los pedidos que llegaron. Incluso, desde el extranjero. Puedo confirmar que el caballero de la barba, tiene en su poder, los escritos, y como cada año, hará todo lo posible, (quizás lo imposible) para satisfacer sus anhelos navideños.

Saludos a todos. Y conforme al espíritu de la navidad, un abrazo a los que de alguna manera, me hayan hecho algún mal, de pensamiento, palabra, obra u omisión.

Lo olvido; los perdono. No guardo rencores. Sinceramente.

Para todo ellos:

“Que el amor por mí ofrecido en esta noche buena,
brille, brille sin cesar,
como la estrellita de Belén,
que brilla sobre la cabeza del niño”.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias, maestro por sus buenos deseos. Muy bien escritos, por lo demás. Por mi parte, permítame deslizar un par de humildes aportes:

1) Cercano estoy, y seguiré estando, de quienes ofrecieron su vida por bienes superiores. Por supuesto, es mi punto de vista y no puedo imponérselo a nadie.

2) Esta tarde, inundado por el espíritu navideño, siempre juguetón, me hizo recordar las palabras de un anciano conocido, cuyo nombre quiero olvidar, antes de su bienvenido pasaje a las llamas que le esperaban ansiosas. En ese entonces, sostuvo: "son ellos los que deben pedirme perdón, yo no me arrepiento de nada".

En ese clima lúdico, retruco: yo también le perdono sus abandonos de media noche, y los exabruptos siguientes. Parafraseo: "lo olvido, lo perdono. No guardo rencores".

Un abrazo navideño y fiestoquero

Tito